EL MAINE COON
No fue el hombre el primero en acercarse a los gatos, sino que éstos acudieron a él, atraídos por las comodidades de su hogar. Aunque conservando su libertad, el gato se ha autodomesticado. Dentro de los animales domésticos, el del gato es el único caso en el que se han desarrollado estructuras sociales variadas y complejas, que superan en gran medida las de sus ancestros salvajes. En comparación, las pautas de comportamiento de otros animales domésticos, como perros , caballos, bueyes o cerdos resultan muy pobres. Gracias a la presencia del hombre el gato se ha enriquecido socialmente. El contacto con su compañero humano le ha convertido en un ser muy sociable, comunicativo que reclama su compañia y se esfuerza en adaptarse a su ritmo de vida.
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Los gatos son realmente animales misteriosos, pero de una gran sensibilidad. Amigos de artistas, escritores, gente solitaria, familias, niños, en resumen de todas aquellas personas que respetan su carácter independiente, poco sumiso, sus correrías y sus secretos.
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El Maine Coon es un raza obtenida esencialmente del noreste de Estados Unidos, más concretamente en el estado de Maine, no lejos de Quebec.
En cuanto a cómo llegó este felino al nuevo continente, existen numerosas hipótesis, pero ninguna ha podido ser demostrada.
Algunos apasionados por la raza afirman que llegó con los conquistadores de América a partir del siglo XV. Es probable que los marinos ingleses llevaran consigo gatos angora a principios del siglo XIX, los cuales se habrían cruzado con gatos autóctonos. Asimismo, los gatos europeos que llegaran a Nueva Inglaterra con las diversas oleadas de enmigrantes pudieron influir también en la creación del maine coon.
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En cualquier caso, los felinos que quedaron abandonados a su suerte tuvieron que aclimatarse rapidamente a los rigurosos inviernos del norte de Americá. La selección natural favorece la supervivencia de los mejor adaptados. Para afrontar la humedad y el frío, los antepasados del maine coon tuvieron que ganar peso para reducir las pérdidas energéticas (el macho pesa entre 7 y 10 kg) y cubrise con un espeso manto aislante. Sus pies se ensancharon y se dotaron de matas de pelo entre los dedos; estos le sirven al felino como raquetas para minimizar el contacto con el hielo. Por su morfología y su carácter el maine coon se aproxima bastante a la perfección de un felino salvaje. Todo su cuerpo da una impresión de equilibrio, confianza y potencia. El maine coon, al igual que el gato noruego de los bosques, es considerado una raza natural. Debe su nombre al parecido de su cola con la de un mapache ( racoon en inglés). El maine coon termino aproximandose a granjas, donde aun hoy en dia ejerce como cazador de roedores, pajaros, zariguellas, armadillos , incluso pueden enfrentarse a zorros. Algunos americanos se interesaron por el encanto de este felino y seleccionaron los ejemplares más hermosos.
En la exposición de 1895 en Nueva York, la raza despertó gran admiración. La cría sistemática del maine coon se remota solamente a unos cien años. La aparición del gato persa lo exilio hasta los años sesenta, viéndose relegado a la cartegoria de ``gato callejero cazador de ratones´´. Pero los apasionados de esta raza volvieron a lanzar a este gato yanqui, que volvió a conquistar al público, hasta el punto de que fue elegido gato nacional.
En Canadá la raza fue reconocida oficialmente en 1967. Junto con el skogkatt escandinavo, el maine coon forma parte del grupo de felinos cercanos a la ``naturaleza´´, muy de moda hoy en día, y satisface a los que buscan una belleza felina sin artificios, cansados de razas demasiado sofisticadas. El trono del persa se ha tambaleado mucho en los ultimos años y el Maine Coon ha vuelto a ser el rey admirado por todos.
El caracter del gigante americano es dulce, cariñoso y afectuoso, el maine coon es un gato que reclama activamente la presencia del hombre: sigue a su compañero humano como si fuera un perro, con la cola erguida como muestra de buen humor, habla con él mediante suevaes gorgoritos o le trae pequeños objetos para llamar su atención. Los americanos lo llaman amistosamente ``el tierno gigante´´. Sociable, este gato acoge bien a los extraños, participa en las actividades familiares y acepta facilmente a otros animales de compañia. Con los gatos de otras razas se muestra generalmente dominante pero sin agresividad. El ``conny´´ como lo conocen sus admiradores, es un animal inteligente, inventivo y psicologicamente muy estable, en ningun caso neurótico ni hiersensible, como algunas razas orientales. Para defender su territorio puede emitir un impresionante gruñido a modo de advertencia. Con un temperamento que en ocasiones puede ser tan flemñatico como el del persa, cuando descansa cómodamente en su sofá puede convertirse de repente en un atlético trepador o un cazador impenitente explorando la ``jungla´´ del jardin o de casa.



